Independientemente del grupo étnico, cultura o época, cuando apreciamos la nariz de otra persona en realidad analizamos una combinación de luces y sombras que, al ser proyectadas y analizadas por nuestro cerebro, nos hace formar una imagen tridimensional de lo que esa nariz representa.
Una nariz bonita, proyecta armonía entre sus componentes, es decir, la base, la punta, las alas y el dorso nasal se continúan uno con otro de forma suave, delicada. Y a su vez debe estar en armonía con el tipo de rostro y el tipo de piel.
Idealmente la punta nasal debe sobresalir 1 a 2 mm con respecto al dorso nasal. Las alas nasales no deben sobrepasar una linea vertical que corre por los cantos internos de los ojos.
Las narinas o entrada a las fosas nasales deben tener una forma simétrica y en forma de avellana y la base nasal debe tener una forma triangular que remate en una punta redondeada pero definida. A su vez, la base nasal debe tener un ángulo de 90 a 100 grados en hombres y de 95 a 110 grados en mujeres, con respecto al labio superior.
La punta nasal es la parte más sobresaliente de todo el rostro. Es aquí donde la luz se refleja en su mayoría y lo ideal es que refleje dos puntos luminosos que corresponden a los cartílagos de la punta nasal. Por arriba de la punta nasal, una suave sombra comunica al dorso nasal, dando a la nariz un toque estético muy importante.
Recuerda que estos son ideales estéticos y que en gustos se rompen géneros. Una cirugía nasal, busca armonía, simetría, carácter y sobre todo NATURALIDAD
Dr. Luis Enrique Hernández Olavarrieta | Rinoplastia estructural en Querétaro 